Comenzamos con una idea sencilla: ¿Es posible crear un producto que ayude a todo organismo biológico, que permanezca mayormente libre de efectos secundarios y que aún sea asequible para todos? Una vez que esta idea se realizó con éxito, desarrollamos un principio a partir de ella. Es una de las razones por las que tenemos tanto éxito en lo que hacemos.
Ofrecemos a todos una forma sencilla, efectiva y asequible de usar tecnología moderna sin cargas. Porque la "torre tecnológica" en nuestras vidas crece constantemente e inexorablemente: WiFi, teléfonos DECT y teléfonos móviles son indispensables. Ya no podemos ni queremos prescindir de las ventajas de la tecnología moderna. Al mismo tiempo, aumentan las preguntas sobre la seguridad y los riesgos para la salud de estas tecnologías. ¿Qué tan perjudiciales son los campos electromagnéticos? ¿Es peligrosa la radiación de los teléfonos móviles? ¿Qué tan dañino es el polvo fino?
Cada dispositivo eléctrico, cada cable de alimentación, cada enchufe, todos los dispositivos inalámbricos y todas las torres de telefonía celular generan electrosmog durante su funcionamiento. Particularmente críticos son los campos eléctricos y magnéticos alternos y las ondas de alta frecuencia.
Si entendemos cómo funciona el organismo humano, resulta fácil comprender el impacto de estos campos técnicamente generados en nosotros.
Nuestras células corporales se comunican constantemente entre sí, coordinando más de 10,000 reacciones químicas por segundo por célula corporal. Entre los dos hemisferios del cerebro, hay un intercambio de cuatro mil millones de impulsos eléctricos por segundo. Corrientes pequeñas pero medibles fluyen a través de las vías nerviosas. Cada movimiento, pensamiento y sentimiento es controlado por los impulsos bioeléctricos más pequeños.
El electrosmog sobrepone la organización biofísica de la vida e interfiere profundamente con ella. Los campos artificiales superan con creces los campos que ocurren naturalmente.
De manera similar al ruido de fondo permanente o al ruido continuo, la regulación y el intercambio de información de célula a célula, de órgano a órgano, pueden influirse y alterarse dependiendo de la intensidad, modulación o frecuencia. Los mecanismos de regulación afinados ayudan al organismo a compensar estas perturbaciones mediante poderes naturales de autocuración. Con el estrés continuo y la carga crónica resultante, pueden ocurrir daños graves que conduzcan a enfermedades serias. La evidencia de reacciones de estrés por campos electromagnéticos generados técnicamente está bien documentada.
Somos terapeutas por vocación. Nuestra experiencia práctica y nuestra comprensión de la medicina nos dicen que la salud y la enfermedad son controlables. Si el sistema energético del cuerpo humano está alterado, lleva a la enfermedad en el cuerpo material. Si la regulación básica del cuerpo funciona bien, es estable y puede responder bien a todas las influencias perjudiciales.
El concepto holístico Symbio representa alta calidad de productos y efectividad sobresaliente. Con el Symbio-Harmonizer M.E.D., se lleva a cabo una polarización sutil, que es esencial para un sistema energético alterado. Restaura el equilibrio y le recuerda al cuerpo su origen vibratorio no perturbado. El éxito de la armonización es directamente visible en el paciente.
Todavía se discute mucho si el electrosmog, las perturbaciones geopáticas y el agua contaminada son perjudiciales para nosotros. Creemos que estas influencias afectan nuestra salud, incluso si la ciencia convencional (todavía) lo rechaza. Las ondas electromagnéticas artificiales llevan información que puede alterar y dañar a los organismos.
Desde nuestro punto de vista médico, es importante protegernos de estas influencias si queremos seguir disfrutando de los beneficios de las tecnologías modernas.
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